Qué dificil es ser padre/madre y querer hacerlo bien.
A veces somos padres porque ha llegado el momento, otras por despiste y otras porque lo deseamos con todas nuestras fuerza.
La cuestión es que una vez llegan a nuestra vida, esos pequeños seres, lo único que deseamos es que sean felices, que tengan una vida mejor que la nuestra, que no tengan que pasar por nuestras dificultades, vaya que sean mejores que nosotros.
Todos tenemos en la mente un ideal de padre/madre y un ideal de hijo/hija, pero lo que está claro es que no hay dos personas iguales y no hay dos niños iguales.
Aquellos que conocéis el Método Veo, sabéis que, lo que tratamos es de buscar esa individualidad de cada niño/a, partiendo de la base de que aunque tengas dos hijos cada uno será distinto al otro, en su relación con la familia o con el mundo en general.
Cada cual tendrá su percepción y colocará su propio filtro para verse a él o para ver a los demás.
A lo largo de muchos años y a través de mi evolución personal y profesional, me doy cuenta de que lo primero de debemos hacer antes de corregir y corregir a nuestros hijos es observarnos y ver, cómo de coherentes somos, es difícil educar en coherencia cuando nosotros tropezamos una y otra vez con la misma piedra.
Cuando hace ya unos cuantos años, cayó en mis manos el libro Los Cuatro Acuerdos de Miguel Ruiz, saltaron mis alarmas, ¿En cuantas cosas estaba fallando? ¿Cómo estaba educando a mis hijos? ¿vivía yo en coherencia, con lo que sentía, hacía y decía?
Aún a día de hoy sigo corrigiendo mi comportamiento, porque cuando uno empieza un trabajo de crecimiento personal, nunca termina. Y mucho menos cuando tienes hijos a los que quieres darles lo mejor de tí misma.
No hace falta explicar lo que significan Los cuatro acuerdos, porque ya son de todos conocidos, pero si me gusta recordarlos de vez en cuando para que no se me olvide, que así como yo sea, seré ejemplo a seguir. Para bien o para mal, mis hijos copiaran mi comportamiento, mis reacciones, mis miedos, mi actitud ante la vida, ante los obstáculos, mis creencias podrán ser sus creencias.
¿Cómo quieres que te vean tus hijos? ¿Cómo quieres que afronten la vida? ¿Cómo quieres que sean sus relaciones personales? ¿Cómo quieres que se enfrenten a sus miedos, frustraciones, inseguridades?
Hacer un trabajo de autoanálisis, es,para mí, primordial si quiero ser la mejor madre para mis hijos.
Así como yo sea de coherente, justa, ecuánime, impecable, honesta, honrada, feliz, ASÍ SERAN ELLOS.
RECUERDA ESTAS FRASES
No te tomes nada como personal.
Ten cuidado con tus palabras.
No supongas.
Haz siempre lo máximo que puedas ante cualquier situación.
Y CADA DÍA LÉESELAS A TUS HIJOS.
Feliz Martes.
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